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El hombre que plantaba árboles

Bosque de Ordesa fotografiado por Paco Marín

Hoy os invitamos a leer un cuento precioso “El hombre que plantaba árboles “ de Jean Giono.

Cuenta la historia de un pastor de la Provenza Francesa, Eleazar Bouffier, un pastor imaginario, aunque totalmente creíble , que decide consagrar su existencia a plantar bellotas para repoblar de árboles la región dónde habita. Una tierra sin agua, sin vegetación, que se encuentra desolada en esa época. La acción cotidiana de Eleazar, generosa, humilde y sobre todo constante, transforma ese paisaje desierto en un bosque infinito. Este hermoso relato de Jean Giono, uno de los escritores franceses más auténticos, encierra un vigoroso mensaje contra la destrucción de la vida y es un canto, sobrio y austero, a la armonía mediante la cual los seres humanos conservan y enriquecen la tierra en la que coexisten con los animales, unos y otros enriquecidos a su vez por el silencioso aunque sensible reino vegetal.

La novela de Jean Giono, escrita alrededor de 1953, fue ampliamente difundida, lo que contribuyó al deseo colectivo de que se tratara de una historia real y a la búsqueda de Eleazar Bouffier. Pero el hombre que plantó los encinos es una fabulación del autor, que él mismo se encargó de aclarar.

He aquí el texto de la carta que Giono escribió al director del Departamento de Aguas y Bosques, el señor Valderyon, en 1957 haciendo referencia a esta novela.


“ Siento mucho decepcionarlo, pero Eleazar Bouffier es un personaje inventado. El objetivo de esta historia es el de hacer amar a los árboles, o con mayor precisión: hacer amar plantar árboles (lo que después de todo, es una de mis ideas más preciadas). O, si se considera por el resultado; el objetivo es obtener el mismo resultado de nuestro personaje imaginario. El texto que usted ha leído en “Trees and life” ha sido traducido al Danés, Finés, Sueco, Noruego, Inglés, Alemán, Ruso, Checoslovaco, Húngaro, Español, Italiano, Yddish y Polaco. Cedo mis derechos gratuitamente a todas las reproducciones. Un americano me ha buscado recientemente para solicitarme la autorización para hacer un tiraje de 100 000 ejemplares del texto que van a ser repartidas gratuitamente en América (algo que tengo bien entendido y aceptado). La Universidad de Zagreb ha hecho una traducción al Yugoslavo. Este es uno de los textos que he escrito de los que me siento más orgulloso, porque cumple con la función para la que fue escrito. Dicho sea de paso, esta historia no me aporta ningún céntimo.”

Podéis encontrar “El Hombre que plantaba árboles” en muchas librerías, o también en versión pdf por la red, ya que Giono cedió los derechos de la obra para que cualquier pudiera acceder a ella.

Brote

SOBRE EL AUTOR

Jean Giono, Manosque, (1895-1970) fue hijo de un zapatero anarquista y de una planchadora. Acudió durante algunos años a la escuela pero desde muy pronto se formó como autodidacta mediante la lectura de los clásicos.

Durante los años treinta se implicó más y más en todo tipo de cuestiones políticas, desde posiciones que oscilaban entre el anarquismo y el comunismo, y haciendo siempre una defensa cerrada del pacifismo. En esa época publicó Que ma joie demeure y Las riquezas verdaderas, que tuvieron gran éxito y asentaron su renombre como escritor.

Al hacerse públicos los indicios que anunciaban la Segunda Guerra Mundial, Giono publicó tres importantes ensayos pacifistas: Refus d’Obéissance, Lettre aux Paysans sur la Pauvreté et la Oaix y Recherche de la Pureté. Al poco fue arrestado bajo el cargo de «pacifista» y pasó una parte de la guerra en la cárcel. Paradójica e injustamente, hacia el final de la contienda fue acusado de colaboración y arrestado de nuevo, si bien había proclamado firmemente su oposición al nazismo. Fue liberado en enero de 1945, pero sin haber sido inculpado.

Su rehabilitación pública llegó tan sólo en 1954, al ser invitado a formar parte de la Academia Goncourt. Meses antes había publicado El hombre que plantaba árboles, un relato que lo haría universalmente conocido.Giono murió de un infarto en 1970, dejando tras de sí una obra literaria amplísima (una treintena de novelas y varios libros de teatro y poesía) que aúna en un solo movimiento la búsqueda literaria y el compromiso ético.

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