El ritual del café de filtro empieza por escoger el método de preparación y definir nuestro set-up. Según lo meticulosidad de cada cual, un buen set-up podrá incluir: una báscula de precisión, un hervidor con cuello de ganzo, un método de filtro y una jarra o taza para servir el café; y en su mínima expresión: un método de filtro, agua caliente, una taza y una cuchara como unidades de medida de toda la vida.
En cuanto a la elección del método de filtrado, como ya hemos mencionado encontramos diferentes opciones para todos los gustos: V60, Melitta, Kalita, Chemex, Origami, Aeropress, Clever, Tricolate, etc. Mi recomendación es escoger un método acorde a la cantidad de café que sueles preparar, y aún más importante, un método que te resulte cómodo y agradable de usar cada día. En este sentido, no solamente debemos fijarnos en la mecánica del método, sino también en su estética y significado, que pueden aportar otra dimensión y un mayor sentido de pertenencia a nuestro ritual.Este aspecto es el que más he disfrutado usando el filtro de café de cerámica hecho a mano para escribir la receta que hoy comparto, este filtro se basa en la forma de la Melitta, que utiliza filtros de papel No. 4 y su uso aunque similar al de otros métodos de goteo, aporta un disfrute extra en la sensación de usar una pieza hecha con el cuidado de un artesano, única y bella en su imperfección.
A continuación presento la receta que he utilizado para preparar un filtro con mi café favorito en este momento, La Noria de proceso Natural, porque valga la aclaración, la clave de cualquier receta son los buenos ingredientes.