El hilo conductor de todo nuestro trabajo es el bosque. La naturaleza siempre está presente en cada pieza, recordando que somos ilustres invitados en esta casa de la tierra.
La naturaleza nos conmueve. Cuando salimos al campo, siempre volvemos con algo que nos recuerda un poco ese paseo, ese día, ese momento. Palos, ramas, hojas, flores, piñas, piedras. Lo que va aconteciendo en cada estación.
Recolectamos por el camino, nos paramos continuamente , tan solo a mirar; un color concreto, una hoja pequeña, la forma de un palo en el suelo, el liquen en las cortezas, el musgo en las piedras, el hinojo seco en invierno… todas las cosas pequeñas que nos emocionen.