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DOSSIER TALLERES – CIANOTIPIA Y FLORES – CIANOTIPIA – INTRODUCCIÓN & HISTORIA

INTRODUCCIÓN & HISTORIA 

Cianotipia

La historia de la cianotipia es la historia de dos formas de ver el mundo: la pragmática y la artística, la técnica y la estética. En sus láminas azules se han dado la mano planos y retratos; paisajes, animales y plantas, sumergidos todos ellos en un mundo sereno, misterioso, bello y alienígena. La cianotipia surge en la efervescencia de la primera mitad del siglo XIX; la misma efervescencia y volatilidad de los compuestos químicos con los que los seres humanos intentan capturar aquello que, hasta entonces, siempre ha escapado de su lazo: el tiempo. Los alquimistas del nuevo siglo se adentran a tientas en un mundo nuevo, no exento de riesgos, pero cuyos tesoros y promesas resultan demasiado tentadores: con plata y aceite de lavanda, con mercurio y colodión, tratan de dar con la fórmula que les permita atrapar a ese genio de luz que, burlón, dio esquinazo tras esquinazo a sus antecesores.

John F.W. Herschel es una de las figuras ocupadas en esta tarea. Heredero de la tradición científica de las islas británicas, su empeño por aprender, por conocer e inventar casi tiene un reverso triste en las fotografías de su ocaso: la mirada melancólica de ese anciano de pelo anarquista parece pedir un poco más de tiempo, lo justo para una sorpresa más, para un nuevo descubrimiento. A Herschel debemos el término «fotografía», así como los conceptos de «positivo» y «negativo», lo cual nos permite hacernos una idea de su relevancia en el panorama de la época. En 1842, después de haber contribuido al desarrollo fotográfico con fijadores, emulsiones fotosensibles de origen vegetal y negativos de cristal, Herschel descubre que la combinación de dos compuestos químicos bajo el tacto ardiente de los rayos ultravioleta permite producir impresiones de un elegante color azul.

El resultado es definido, preciso; además, el proceso es barato y fácil. Sin embargo, la recién nacida cianotipia ha venido a un mundo en el que el azul es soberano de dos reinos inmensos, pero vacíos: el mar y el cielo. Para todo lo que hay entre ellos, la monocromía del blanco y negro es la opción preferida de los fotógrafos. De modo que Herschel, resuelto, decide que la cianotipia es un formato ideal para hacer copias de planos y dibujos técnicos. Aunque también se emplearán para capturar postales o paisajes, las páginas azules serán durante un siglo el fondo de toda clase de construcciones, vehículos, planos: los hijos e hijas de la técnica, una deidad moderna montada en un carro de metal. En la actualidad, encontramos el legado de la cianotipia en el lenguaje: los planos, en inglés, reciben aún hoy el nombre de «blueprint».

HISTORIA 

Un poco de perspectiva

Pero ¿y eso fue todo? No, por supuesto que no.

En 1843, un año después de su descubrimiento, la botánica Anna Atkins descubre la cianotipia y… no sabemos qué vio exactamente en ella, pero sabemos que no le pasó desapercibida. Quizá fuese el contraste entre el azul intenso y un blanco frágil, como estatuas de hielo flotando en un mar insondable. O quizá le sedujo la posibilidad de explorar un formato nuevo para recoger los ejemplares de su ámbito de estudio, con una precisión y detalle nunca conseguidos. El caso es que mientras Herschel pensaba en planos, Atkins pensó en seres vivos: algas, concretamente. Los herbarios medievales habían reunido durante siglos conocimiento y estética en sus detallados dibujos: la cianotipia permitía proporcionar un reflejo fiel para la contemplación de la naturaleza.

En 1843, Anna Atkins publica «Photographs of British Algae: Cyanotype Impressions», un libro llamado a convertirse en incunable. Con él, Atkins ocupará un lugar en la Historia como una de las primeras mujeres fotógrafas: su figura ha experimentado en la actualidad un renovado interés, como parte del necesario reconocimiento de las pioneras y sus contribuciones a la sociedad. Con nuestro taller, nos unimos a ese reconocimiento para celebrar y seguir los pasos de esta mujer que fundió en las páginas azules belleza y conocimiento, arte y ciencia.

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