Decía William Morris “No tengas nada en tu casa que no sea útil o consideres bello”. Es nuestra aspiración, simplificar sin perder el disfrute de poder rodearnos de objetos bellos en el día a día. Quedarse con lo esencial sin perder la poesía.
Tener menos, comprar menos , nos simplifica la vida. Y la sencillez es un lujo, el lujo de lo que es autentico para cada uno, de lo que nos mueve a cada persona. Poder atender lo que sentimos, lo que queremos expresar. Poder rodearnos de pocos objetos, que nos conectan con algo más profundo, más intimo.